16 mayo 2012

Pequeños tesoros

 
Cuando era niña jugábamos casi siempre en la calle.  Había menos coches y eso daba cierta seguridad.  Llegábamos del colegio y después de que tu madre te plantase el bocata de pan con chocolate en la mano, salíamos a jugar: rayuela, coches (me encantaban), cromos, saltar a la cuerda, jugar a las gomas, a los recortables y mil cosas más.  Pero una de las cosas que más me gustaban era recoger "tesoros".  Lo mismo valía un tapón de plástico, que una piedra con forma especial, un palo o una bolsa de pipas vacía.

Tener un hijo me ha traído muchos recuerdos de la niñez, quizás porque inconscientemente comparo cómo era yo a su edad.  Por eso cuando vamos de paseo, de excursión o a la playa,  me sale la vena recolectora.

Hace poco, yendo por un camino nuevo descubrimos unos trocitos de cerámica (según el peque de la época romana.... esto... igual).  Fuimos mirando con más detenimiento y encontramos otros de diferentes colores.  Supongo que restos de algún antiguo derribo.


Han pasado a formar parte de nuestra pequeña colección de tesoros.  A saber: palos, bellotas, castañas, hojas secas.


Piedras y conchas de la playa.


Y ahora los restos "romanos" que aportan un toque de color.


Realmente no sé para qué guardamos todo esto, quizás para hacer alguna manualidad o simplemente como recuerdo de los buenos ratos pasados.

Hasta pronto.

1 comentario:

  1. Tu relato me trajo recuerdos de cuando era nina y ya hace tiempo. Siempre traia los bolsillos llenos de tesoros, piedrrcitas trozos dr ceramica chapas de refrescos... creia que era un bicho raro que eso solo lo hacia yo

    ResponderEliminar

Muchas gracias por haber llegado hasta aquí. Me alegrará mucho que dejes un comentario, los leeré todos. Un beso.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...