23 junio 2013

Días de relax

¡Hola a todo el mundo! En estos momentos tengo una sensación de alegría y nerviosismo enormes. Después de haber asumido que este verano me quedaba sin vacaciones, las cosas han cambiado y en breve podré ir unos días a la playa. Espero que en el sur el tiempo esté más estable que aquí.  Seguro que sí.


Dado el tiempo horrible que estamos teniendo, el cambio de armarios se ha alargado un poco.  Cada año es la misma tortura: sacar la ropa de verano, ponerla encima de la cama, mirarla con resignación y albergar la esperanza de caber en ella todavía. No tengo previsto comprarme ropa este año, tan solo algunos zapatos.


Asomarme a la ventana no me proporciona más alegría, la lluvia incensante que ha caído estos días me hace pensar que este año no disfrutaremos del jardín tanto como otras veces. Con lo que me gusta salir a cenar fuera, poner velitas, escuchar cantar a los grillos y todas esas cosas.


¿Algo positivo? No hemos accionado todavía el riego automático.  El agua nos está llegando gratis.  He movido el gran tiesto de barro para que pueda beber la lluvia, y parece que las prímulas lo han agradecido.  Después de podarlas un poquito y quitarles las flores secas, están empezando a florecer otra vez.  Sin embargo mi maceta de nomeolvides tiene un aspecto un tanto desastroso. Se me ha desparramado mucho y creo que no está floreciendo.


Me encanta ver esos pequeños capullitos listos para nacer, eso quiere decir que la planta está agusto, aunque como podéis ver un tanto remojada.
 


La temperatura ha descendido esta semana considerablemente.  Hay que ser muy valiente para salir al jardín en manga corta si no quieres coger un resfriado, claro.  Sigo pendiente de mis pollitos, que cada vez están más grandes y completos.  No dejo de pensar en ellos cuando por la noche hace tanto frío y el agua no deja de caer. 


El miércoles acabó el curso escolar.  El peque me confesó que le daba pena acabar porque se lo pasa muy bien y aprende muchas cosas.  Esto me sonó un poco raro, porque yo a su edad solo pensaba en no tener que madrugar más y quedar con mis vecinas para irnos con las bicis en busca de aventuras como "Los Siete Secretos" de Enid Blyton, que eran mis libros favoritos.


Vaciamos el contenido de la mochila, y aparecieron como por arte de magia dibujos olvidados de no se sabe cuándo, trozos de pinturas, la dichosa flauta, hojas de ejercicios dobladas y alguna que otra nota informativa que nunca llegó a su destino, osea yo.  En su favor diré que todas las asignaturas están aprobadas, con buenas notas además, así que ahora, a disfrutar del verano.
En los próximos días intentaremos cambiar un poco el color de la piel, dar paseos cerca del mar, beber mojitos, dormitar a la sombra en la piscina, comprar una colchoneta para la playa y reirnos como el año pasado.  
Así que cuidaros mucho durante estos días, que yo haré lo mismo.  Volveré con montones de fotos, historias que contar y muchas ganas de compartirlo con vosotras.
Un fuerte abrazo.

19 junio 2013

¡Bienvenidos!



¡Hola a todo el mundo! Os presento a "mis pollitos".  Nacieron la semana pasada, y confieso que sentí una gran emoción cuando me asomé para ver cómo seguían los huevos y me los encontré.  La madre estaba encima de ellos y cuando mi mano apartó las ramas salió volando.  La seguí con la mirada y me fijé en su pecho color naranja, así que creo que se trata de un petirrojo, no de un gorrión.  ¿Podéis distinguir los ojitos y el pico? Les cubre una pelusilla que supongo irá dejando paso a las plumas. 



Días atrás hemos tenido sol y calor, todo de golpe, como suele ocurrir aquí.  Mis macizos de flores rosas se han llenado en cuestión de días de montones y montones de ellas. Todos los años por estas fechas nos regalan este fantástico espectáculo.  La pena que no duran demasiado tiempo.  ¿Queréis ver cómo estaban el año pasado? (aquí)



La hortensia también empieza a florecer. Espero que este año sus flores sean mejores que las últimas.  Le estoy poniendo abono específico para ayudarla un poquito. Es una flor que me encanta, sobre todo cuando se deja secar, para adornar jarrones y pequeños floreros.


La semana pasada me sentí un poco floja físicamente hablando.  No sé si se trata de la astenia primaveral (estival más bien), pero el caso es que siento que se me acumula el trabajo dentro de casa.  Voy posponiendo las tareas de limpieza, los recados, el cambio de armarios, la revisión del coche, etc... así que luego no me da la vida.  Además con el calor que hemos tenido, no me he complicado la vida a la hora de cocinar: nada de hornos. La preparación de diferentes tipos de ensaladas nos abre un montón de puertas.



Con unos champiñones, tomate, pimiento verde, atún y arroz blanco, puedes hacer una estupenda ensalada de arroz.  A mí me gusta tomarla templada, pero en casa la prefieren fría.



De todos modos ayer volvió el cielo gris cargadito de nubes que nos han dejado agua y más agua.  Otra vez con las botas a cuestas.  No he podido dejar de pensar en los pollitos, en lo remojados que estarían, pero con una madre coraje como la que tienen, seguro que salen adelante perfectamente.  El peque me pedía que dejásemos migas de pan en el nido, pero creo que es mejor dejar que la naturaleza siga su curso y no interferir demasiado.  Asomarme con mi impertinente cámara solamente lo necesario y pensar que saben arreglárselas solos.
Hasta pronto.

17 junio 2013

Pasear sin rumbo


Conforme se acerca el mes de julio, se va notando en Pamplona un cambio en el ambiente.  Los escaparates se tiñen de blanco y rojo, la famosa Tómbola de Cáritas empieza a repartir sus regalos,  hay espectáculos callejeros, empiezan a llegar los primeros turistas sanfermineros, y si el tiempo acompaña como este fin de semana, la gente sale a la calle a disfrutar de todas estas cosas.


Me gusta ir sin planes, echar a andar sin rumbo, disfrutar de lo que va surgiendo a cada paso. Justo cuando me asomé a esta balaustrada los chorros de agua comenzaron a funcionar.  Es precioso ver cómo el agua va cayendo y el ruido que produce.  Es relajante y refrescante también.


Se anuncia un espectáculo de ópera para el próximo sábado a cargo de la Orquesta Sinfónica de Navarra.  En concreto "La finta giardiniera" de Mozart.  
 

Seguimos andando y nos topamos con un bonito carrusel romántico.  De pronto recuerdo que cuando era niña siempre quería montarme en el caballo blanco más grande que hubiese.  El resto de animales como cerditos, delfines y focas, me parecían de "segunda", jajaja... cosas de niña.


Cerca del carrusel se encuentra la sala municipal de exposiciones Conde Rodezno.  Hasta el 14 de julio se exponen los 100 mejores carteles de San Fermín que se presentaron al concurso.  Los hay más clásicos y más modernos, pero todos ellos hechos con gran profesionalidad.




A mí me gustó mucho este de arriba.  Con unos sencillos trazos se representa la fachada del ayuntamiento de Pamplona.  Abajo una marea roja representando el mogollón de gente que inunda la plaza el seis de julio.


Seguimos nuestro paseo y después de tomar una cerveza en una terraza, se hace hora de regresar a casa.  Un momento para disfrutar de un escaparate hecho con todo el cariño del mundo.  Me encanta parar en esta tienda de la calle Padre Calatayud, y echar un vistazo.  Venden frutas y verduras frescas, legumbres, frutos secos, conservas, cosas de capricho y mil cosas más.  La pena es que me pilla lejos de casa. 


Esta semana toca cambio de armarios (por fin) y probar al peque la ropa de verano.  Intuyo que todo le estará pequeño y habrá que preparar la cartera para comprar bermudas, camisetas, bañadores, chancletas y sandalias, o lo que es lo mismo: una ruina.
Os deseo una feliz semana.
Hasta pronto.

10 junio 2013

Conservar el perejil


Hay un plato de pasta fresca que a mi marido y a mí nos encanta, y son los espaguetis con perejil en abundancia (al peque le horrorizan, así que separamos una parte de la pasta y se la ponemos con tomate).
Preparamos este plato una vez por semana para cenar, así que el problema era cómo conservar el perejil de una vez para otra.  Antiguamente te regalaban el perejil en cualquier sitio, pero ahora un manojo como este cuesta 0,50 €.  La mejor manera que he encontrado de guardarlo es la siguiente.


Nada más comprar el manojo, se lava bien con agua fría y se seca con papel absorbente.  Se cortan los tallos y el resto lo picamos bien.  Voy metiendo el perejil en envases pequeños de plástico (estos son de salsas de comida china).


Antes de taparlos les echo un poquito de aceite de oliva y remuevo despacio (no es necesario añadirlo, pero tengo la costumbre).  Lo hago para que no se peguen demasiado y cojan algo de sabor.  Luego los tapo, apunto la fecha y los meto al congelador.  Para preparar nuestra pasta utilizo un envase, pero si necesito para otra cosa, saco un poco, sin necesidad de descongelar y lo vuelvo a meter al congelador.  Duran meses sin perder sus propiedades y conservan todo su sabor y aroma, que es lo que nos interesa.  ¿Sabiáis que tienen más vitamina C que las naranjas?  También contienen multitud de minerales y otras vitaminas. 
Hasta pronto.

06 junio 2013

Una grata sorpresa


Hacía tiempo que no me llevaba una alegría tan grande. Aprovechando que hacía buen tiempo, salí al jardín para cortar el césped, limpiar y podar alguna rama de las abelias, que en esta época cogen carrerilla y no hay quien las pare. Mientras separaba unas ramas me pareció ver como una bola de paja.  Me asomé más y vi esta maravilla.  ¡No podía creerlo! Una preciosidad de nido con cinco huevitos, perfectamente redondo y acogedor y que ha aguantado la lluvia incesante que hemos tenido durante los últimos días. He mirado fotos en internet, y tiene toda la pinta de ser de gorrión.


Durante este mes, los niños salen del colegio a las tres, así que en cuanto el peque llegó a casa se lo enseñé. Cogió una banqueta para verlo mejor y se quedó alucinado.  Como la tarde se hace eterna le propuse salir al parque y merendar fuera.  Preparé un bocadillo, cogí un zumo y salimos.  De camino paramos a comprar unos albaricoques que lavé en una fuente y nos los comimos a medias sentados en un banco a la sombra.


Luego un poco de juego para el peque, mientras su madre intentaba capturar algún rayo de sol en la cara.


Mucha gente aprovechó para salir a tomar el aire.  Llevamos tanto tiempo encerrados en casa que lo estamos necesitando ya.  Aún así, buscábamos la sombra, porque el sol calentaba con fuerza.


Acrobacias y equilibrios.  El peque empezó a sudar como un pollo, así que poco a poco dejamos el parque y fuimos volviendo a casa.


Un puesto de flores en el parque.  No hay mucha variedad pero es bonito verlas así todas juntas.


Nos paramos un momento a admirar esta preciosa camelia. El tono predominante era el amarillo pálido, pero tenía zonas en rosa suave.  Entiendo que Coco Chanel eligiera esta flor como icono de la casa, es sobria, elegante y tiene una forma perfecta.


Estas flores las han plantado hace poco. Siento no poder deciros el nombre, pero son espectaculares.  Si tengo ocasión preguntaré de qué flor se trata.  También las he visto en rojo y blanco, pero últimamente me fijo más en el amarillo.  Noto que ese color me llena de alegría.
En fin, no me haré ilusiones, porque dicen que otra vez llegan las lluvias, pero en cuanto salga el sol, espero poder disfrutar de tardes tan sencillas y bonitas como ésta.
Hasta pronto.

04 junio 2013

Colores y celebraciones

¡Hola a todo el mundo!  Mi fin de semana comenzó el viernes. La mañana me la reservé para mí solita.  Salí a mirar ropa para el peque, digamos una primera toma de contacto.  No le gusta nada ir a comprar ropa, y a eso hay que añadir que mis gustos y sus gustos no coinciden demasiado. Casualmente, si le llevo las prendas a casa, le gusta todo, así que el problema debe ser ir a las tiendas.  Me pasé por el Primark, tienda que me tiene loca, sobre todo en cosas del hogar y ropa de niño.  No pude resistirme a comprar unos trapos de cocina que solo con mirarlos me llenan de emoción.



Los nuevos son el de las flores que iba a juego con el primero del montón.  El resto ya los tenía, pero siempre pienso que nunca tengo demasiados.  Creo además que merece la pena gastarse algo más en ellos.  No hay nada más desagradable que un mal trapo que no absorba y encima suelte pelusas.



Al mediodía me tocó comer sola, así que abrí el frigorífico, y con lo que había, se me ocurrió preparar un par de sándwiches de pollo con lechuga y mostaza.  Me hicieron recordar unos pequeños bocadillos de pollo y curry que comí este verano en Almería, y eran lo más delicioso que he probado en años. Por supuesto, "tuve" que estrenar uno de mis nuevos trapos.  ¡¡¡Me encantaaaaaaaa....!!!!


El sábado limpié a fondo varias piezas que compré hace poco en una tienda de segunda mano a la que suelo ir de vez en cuando.  Esta vez había muchas cosas de los años 70.


El salero era parte de un completo juego de tarros con el mismo diseño y con diferentes tamaños. El azucarero en forma de naranja me "miraba" con carita de pena así que me lo llevé también, pero es tan delicado que de momento su lugar será la vitrina.



El domingo una de nuestras sobrinas participó en la procesión del Corpus Cristi.  Es tradición que los niños que han recibido la comunión este año, se vuelvan a vestir con sus preciosos trajes, participando en una mini procesión, en la que van esparciendo pétalos de rosa de todos los colores.


Celebramos una comida en familia en la que nos juntamos unas veinte personas.  Conseguirlo no es fácil, porque vivimos un tanto distanciados, geográficamente hablando, así que fue una jornada preciosa. La niña estaba guapísima y disfrutó mucho.  El peque se cortaba mucho con ella, algo que me hacía sonreír por dentro. Hacía unos cinco años que no se veían, y el cambio físico entre los dos es enorme.


Al finalizar la comida, la niña salió con una cestita repartiendo estos preciosos jabones en forma de piruleta gigante.  Cada uno tenemos el nuestro, y ya estoy deseando encontrar el momento para estrenar el mío (a mí me tocó el amarillo, color que casualmente me gusta mucho últimamente).


Así ha sido como entre pétalos de rosa, esponjosos trapos de cocina, sándwiches de pollo, objetos retro, entrañables encuentros con familiares a la que no vemos a menudo, tímidos sonrojos infantiles y jabones de increibles aromas, ha transcurrido nuestro fin de semana.  Además el sol nos acompañó, y según he visto en las previsiones, nos acompañará durante unos días.  Esta misma tarde, después de comer, tengo pensado salir a dar un paseo, cámara en mano, y aprovechar la luz que por unos días podremos disfrutar.
Hasta pronto.

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Doy la bienvenida a los últimos seguidores que se han incorporado: os doy las gracias por querer compartir este rincón virtual conmigo. Además os recuerdo que ya está preparado el collage del mes de Mayo. Desde que inicié el blog, tengo por costumbre preparar un collage al final de cada mes, seleccionando nueve fotos que me parecen más representativas de ese momento. Podéis pinchar en la pestaña de "Collages mensuales" o aquí.

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