29 febrero 2016

Y nevó





La nieve nos sorprendió este sábado, y aunque cayó sin cesar, solo logró cuajar al final de la tarde, pero para el día siguiente ya no quedaba nada.  Fue como un pequeño recordatorio de que todavía estamos en invierno.  Después de una semana que se me hizo particularmente larga, llega el fin de semana y se nos escurre entre las manos sin apenas darnos cuenta.  Fuimos a comer fuera, estrené mi top de rebajas de Cortefiel, hicimos planes para Semana Santa, y soñamos con otros paisajes, mientras veíamos caer la nieve a través de los cristales del restaurante. Me quedaré con el momento en el que el peque y yo volvíamos a casa cobijados bajo el paraguas, intentando sin éxito que el viento lleno de nieve no se nos colase dentro, mientras procurábamos no resbalar con la capa que se iba formando en el suelo.  Fue un gusto llegar a casa, sacudirnos la nieve, ponernos los pijamas y los calcetines gordos, y disfrutar del calor del hogar. 
Un abrazo chicas, gracias por vuestros comentarios y por estar siempre ahí. ♥♥♥

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P.D. He preparado también el collage de febrero, espero que os guste.

21 febrero 2016

Nacer y morir




Cada año cuando llegan estas fechas, el jardín me sorprende con dos manchas amarillas que vistas desde lejos no llego a distinguir, pero que conforme me acerco, me producen un pequeño salto en el estómago, como cuando éramos adolescentes y encontrábamos en el buzón una carta manuscrita dirigida a nosotros.  El año pasado también nacieron (aquí), y la alegría fue la misma.  Esta semana he tenido vacaciones, así que me he dedicado a vivir los días algo más relajada, es decir, haciendo lo de siempre pero con más tranquilidad.  He pasado bastantes horas en mi rincón favorito de la casa, leyendo, viendo la tele, reflexionando y saboreando el no tener prisa para nada.  Ordené mi alacena de baratijas, colgué una tira de luces leds en el jardín y dejé al peque prepararse un muffin en taza  en el microondas (con la firme promesa de que dejaría la cocina en el mismo estado en el que la encontró).
Volviendo a mis pequeños narcisos, os diré que para mí son como una metáfora de la vida. Esta semana supe de un suicidio dos calles más abajo, y eso me ha hecho reflexionar.  Sí queridas, todavía hay personas como tú y como yo que deciden terminar con sus vidas ante la desesperación de las deudas, el abandono de sus parejas o todo eso junto.  Qué enorme tiene que ser la desesperación para sentir que nada de lo que te rodea importa, ni siquiera respirar.  Los narcisos están apagados durante el otoño y el invierno, casi muertos diría yo, pero de pronto, un clic hace aparición, sienten los primeros rayos de sol, y empujan hacia arriba la tierra con todas sus fuerzas, sin saber siquiera con qué se van a encontrar allá afuera, hasta que consiguen hacer un hueco y emerger.  Ojalá que estas personas sintiesen ese "clic" antes de llevar a cabo su propósito, pero la mente humana es bastante más compleja que la de un narciso, en la mayoría de los casos, claro.
Feliz semana ♥♥♥

14 febrero 2016

Un pequeño viaje

 
 



Tuvimos una pequeña celebración familiar este fin de semana, así que el sábado preparamos la maleta y sin olvidarnos de los paragüas pusimos rumbo a "casa de la abuelita". Hacía varios meses que yo no iba, bien por tener que trabajar o por estudiar.  Siempre es agradable pasar un fin de semana allí, comer estupendamente, dormir viendo las estrellas a través de la claraboya (aunque esta vez el cielo era negro y profundo), despertar con el olor a café y bizcocho recién hechos, acompañar los pasos con el crujir de la madera, y holgazanear un poco por la casa hasta el momento de irnos.  
El resto de la semana pasó demasiado rápido, el peque tuvo tres días de fiesta, fue a dormir a casa de un amigo, cociné mucha verdura, transplanté un par de plantas, limpié lo que pude, di una vuelta por las últimas rebajas, me pinté las uñas de negro y compré un rizador de pelo para hacer "ondas naturales".  He visto unos quince videotutoriales en youtube, pero las ondas naturales brillan por su ausencia.  Me da miedo hacer el idiota y quemarme el pelo, como esta criatura... en fin.
Os deseo una semana estupenda.  ¡Ah, y no olvidéis los abrigos que viene el frío polar! brrrrrrr....
Un abrazo ♥

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